Lunes 10 de Marzo, 2025
Uno de nuestros mayores enemigos en esta época es la distorsión que nos ofrecen las redes sociales, los programas de televisión, el cine, e incluso los libros de autoayuda, ya que intentan inflar nuestros egos y nos motivan a empoderarnos. Constantemente, esta sociedad nos envía mensajes diciendo, por ejemplo, que, si no tenemos muchos seguidores o suficientes “me gusta” en nuestras publicaciones, algo no está bien con nosotros. Todos podemos sentirnos importantes, incluso con una pequeña audiencia de “seguidores” en las redes.
La humildad, es una virtud que no todos están dispuestos a aceptar. Jesús, nuestro mayor ejemplo, dejó su trono para venir a servir y dar su vida por nosotros (Filipenses 2:5-8). Él nos enseñó que la grandeza en el reino de Dios no se mide por cuán importantes, valorados o famosos podamos ser, sino por la bendición de ayudar y servir a otros y, por sobre todas las cosas, por reconocer que somos dependientes de Dios.
En 1 Pedro 5:6 se nos dice: “Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo”. Pero, ¿cómo podemos hacer esto a diario cuando vivimos en una sociedad que nos bombardea con el mensaje opuesto? Pareciera que nos dicen: “Tienes que ser visto, exitoso, aceptado y valorado por los demás”.
Aquí algunos puntos importantes para cultivar un corazón humilde:
Oración
Señor, ayúdame a mantener un corazón humilde y enseñable para depender absolutamente de Ti. Que pueda valorar a los demás y recibir con gratitud todo lo que permitís a diario en mi vida.
Ayúdame a confiar en Ti y a buscarte cada día en oración y en Tu Palabra. Ya no quiero depender de mis propias decisiones ni de pensamientos egoístas llenos de ansiedad. Quiero ser humilde y dejarme guiar por Ti.
En Tu nombre, amén.