Lunes 03 de Noviembre, 2025

Cuando nos hacemos un corte o una raspadura en la mano, nuestro cuerpo reacciona enseguida. Los vasos sanguíneos se contraen un poco para evitar que sigamos sangrando, y las plaquetas se agrupan para formar un coágulo. Esto detiene la hemorragia y protege la herida. Luego, el cuerpo comienza a limpiarla: aquí entran en acción los glóbulos blancos, que llegan para eliminar los microbios. Por eso la zona se pone roja, caliente e inflamada; es una señal de que el cuerpo está trabajando para defendernos. Después comienza la reconstrucción del tejido, donde se crean nuevos vasos sanguíneos y nuevas células de piel que reemplazan a las que se habían perdido, finalizando el proceso con la cicatrización. ¡Qué proceso tan maravilloso diseñó Dios, para el funcionamiento de nuestro cuerpo!

Y con nuestras emociones ocurre algo parecido. Cuando atravesamos una situación difícil y eso nos hace llorar, ¿cómo nos sentimos después? Seguramente más aliviados. Cuando estamos tristes, solemos escuchar canciones tristes; es el cuerpo intentando autorregularse para volver a sentirse bien. Cuanto más lloramos, más liberamos lo que duele y, poco a poco, comenzamos a sentirnos mejor. Llorar es una respuesta natural del cuerpo, ante una emoción intensa, y una forma de equilibrio. Si solo estuviéramos programados para sentir emociones positivas, viviríamos siempre en euforia, y no necesitaríamos un sistema que nos regule. Estamos diseñados para mantener un estado emocional equilibrado, donde nos encontramos con momentos buenos y malos, días buenos y malos. No podemos negar uno, sin reconocer la existencia del otro.

Siguiendo esta misma línea de pensamiento, lo mismo sucede con la oración. El Señor nos dio la bendición de poder conectarnos con Él todas las veces que queramos; siempre estamos a una oración de distancia de Dios. Cuando sientas que ya no puedes más, lleva tus preocupaciones al Creador. Te aseguro que, al terminar tu oración, sentirás un gran alivio: no porque tu circunstancia haya cambiado, sino porque sabes que Dios está obrando. En ese momento preciso comienza a actuar nuestra fe, al tener la convicción de que Dios nos escucha, aunque aún no veamos la respuesta.

Para mí, la oración es un superpoder divino, un regalo de Dios para entregar nuestras cargas y recibir Su paz, como dice Mateo 11:30: “Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.” Asimismo, el Salmo 26:2-3 nos recuerda: “Ponme a prueba, Señor, e interrógame; examina mis intenciones y mi corazón. Pues siempre estoy consciente de tu amor inagotable, y he vivido de acuerdo con tu verdad.”

Muchas veces no le permitimos a Dios que examine nuestro corazón; estamos tan ocupados haciendo cosas que solo atinamos a pedirle que bendiga nuestras actividades. Pero debemos permitir que el Señor examine nuestra vida y pruebe nuestro corazón, que nos muestre si nuestras intenciones son genuinas o si hay algo que intentamos esconder, incluso de nosotros mismos. Cuando esta es nuestra oración, le damos permiso a Dios para entrar en todos los rincones de nuestra alma, incluso en aquellos lugares donde el dolor es más profundo, dejándole a Él que nos sane.

El Señor nos creó para vivir en equilibrio: en cuerpo, mente, alma y espíritu. Y no porque todo en nuestra vida o alrededor esté en equilibrio, sino porque en Cristo somos más que vencedores. Así como nuestro cuerpo, ante una herida, hace todo lo posible para sanar, a través de la oración podemos experimentar paz y esperanza, sabiendo que todo está en Sus manos.

Oración
Señor, examina mi vida, mi corazón y mis intenciones. Ayúdame a llevar todas mis cargas a tu presencia para encontrar alivio, consuelo y esperanza. Tú eres mi restaurador, y todo lo que genera dolor en mi interior es una señal de que hay una herida que tú estás sanando, que tiene su proceso y que estoy a las puertas de una hermosa restauración. ¡Aleluya! En tu nombre, amén.

Compartir

Liliana Gebel

Liliana Gebel es una reconocida influencer, líder y autora.

Es Asesor en Salud y Nutrición y tiene un Diplomado Plant Based Chef, que la ha ayudado a llevar una vida más saludable. Es también Coach de Vida y ha aplicado...

Leer más