Lunes 27 de Octubre, 2025

Cada vez que veas esta imagen, encontrarás una porción de la Biblia. Me encanta la versión “El Mensaje”, escrita en un lenguaje claro y profundo. Fue diseñada para que sus historias y enseñanzas se sientan actuales y sean fáciles de entender, como si se hubieran escrito hoy. Vas a experimentar las Escrituras de una manera directa.

Te sugiero que leas en voz alta. Hacerlo te ayudará a recordar y comprender mucho mejor lo que lees, y te conectará emocionalmente con cada palabra. Está comprobado científicamente que recordarás más lo que dices o lees en voz alta que lo que solo observas en silencio. Cuando lees y compartes con otros, propicias un ambiente reflexivo y de oración.

Salmo 139:1-19

Dios, investiga mi vida; conoce todos los hechos de primera mano.

Soy un libro abierto para ti; incluso desde la distancia, sabes lo que pienso.

Sabes cuándo me voy y cuándo regreso; nunca estoy fuera de tu vista.

Sabes todo lo que voy a decir antes de que comience la primera frase.

Miro detrás de mí y allí estás, luego hacia adelante y también te encuentro,

tu presencia tranquilizadora, va y viene.

Esto es demasiado maravilloso, ¡tanto que no puedo asimilarlo todo!

¿Hay algún lugar al que pueda ir para evitar tu Espíritu, para estar fuera de tu vista?

Si subo al cielo, ¡estás allí! Si voy bajo tierra, ¡estás allí!

Si volara en las alas del alba hasta el lejano horizonte occidental,

me encontrarías en un minuto, ¡ya me estás esperando allí!

Entonces me dije: “¡Oh, él me ve hasta en la oscuridad!

¡Por la noche estoy inmerso en la luz!”. Es un hecho, la oscuridad no existe para ti;

la noche y el día, la oscuridad y la luz, son lo mismo para ti.

Oh sí, primero me diste forma por dentro, luego por fuera;

me formaste en el vientre de mi madre. Te doy gracias, Dios altísimo, ¡eres impresionante!

¡Soy una creación maravillosa en cuerpo y alma!

Te adoro, ¡qué clase de creación! Me conoces por dentro y por fuera,

conoces cada hueso de mi cuerpo; tú sabes exactamente cómo me forme, poco a poco,

cómo me fui convirtiendo de nada en algo.

Como un libro abierto, me viste crecer desde la concepción hasta el nacimiento;

todas las etapas de mi vida estaban expuestas ante ti,

los días de mi vida estaban todos preparados antes de haber vivido uno solo de ellos.

Tus pensamientos, ¡qué excepcionales, qué preciosos!

Dios, ¡nunca podré comprenderlos!

Ni siquiera podría empezar a contarlos, como tampoco podría contar la arena del mar.

¡Oh, haz que me levante por la mañana y viva siempre contigo!

Oración
Señor, Tú me conoces; nada en mi vida está oculto ante ti. Tu presencia siempre está conmigo, aun cuando me siento perdido tu amor me abraza; nunca estoy solo.
Señor, examina mi interior y muéstrame los lugares ocultos que hay en mi corazón,
aquellos que tú quieres sanar, pero que a veces prefiero mantener ocultos porque resulta doloroso recordar.
Muéstrame lo que me aparta de ti, limpia mi corazón y guía mis pasos por el sendero que me conduce a ti. En tu nombre precioso, amén.

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