Lunes 06 de Enero, 2025

En el comienzo de un nuevo año, suele haber muchas personas haciendo largas listas de nuevas resoluciones, pensando que, por escribirlas en un papel y confesarlas, mágicamente se van a cumplir. Lamentablemente, algunas de esas resoluciones no logran sobrevivir el primer mes del año. A pesar de estrenar un nuevo año y aunque estés muy esperanzado, sigues siendo el mismo, con la misma manera de pensar y de actuar. Crees que, por el solo hecho de comenzar un nuevo año, las cosas se van a dar de manera diferente.

Te propongo que, en este primer devocional del año, dejes de lado la gran lista de nuevas resoluciones y te enfoques en hacer pequeños cambios, como:

  • Comenzar a orar un poco más.
  • Leer la Biblia un poco más.
  • Transformar y renovar tu mente.
  • Ser más agradecido.
  • Dejar las cargas del 2024, en el pasado.


Esto me recuerda al pueblo de Israel, cuando, después de volver de la cautividad de Babilonia, se dispusieron a reconstruir el templo de Salomón, el cual estaba en ruinas. Todo el pueblo comenzó a traer donativos para que se reconstruyera el templo (Esdras 3). Zorobabel era el líder a cargo de dirigir este proyecto.

Comenzaron reconstruyendo primero el altar, para poder ofrecer sacrificios al Señor, aunque aún no habían echado los cimientos del templo (Esdras 3:1-6). Cuando los constructores establecieron los cimientos, los sacerdotes llegaron con sus vestimentas y trompetas alabando al Señor. Todos daban gracias a Dios diciendo: “Él es bueno; su amor por Israel perdura para siempre” (v. 11). Sin embargo, muchos de los sacerdotes y ancianos que habían conocido la majestuosidad del templo de Salomón rompieron en llanto, mientras muchos otros gritaban de alegría (v. 12).

Zacarías 4:10 dice: “Cuando vean la plomada en las manos de Zorobabel, se alegrarán los que menospreciaron los días de los modestos comienzos. ¡Estos son los siete ojos del Señor que recorren toda la tierra!”

El contexto de este versículo, es una visión profética que el profeta Zacarías, había recibido de parte de Dios. En este pasaje, Dios anima al pueblo de Israel a no menospreciar los pequeños comienzos mientras reconstruían el templo de Salomón. La plomada, simbolizaba la precisión y el progreso del trabajo, y que, aunque comenzara de manera humilde, sería completado. Los siete ojos, representaban la omnisciencia de Dios y su constante vigilancia.

Tal vez el año ha cambiado de dígito, pero sientes que todo sigue igual en tu vida: la misma rutina, los mismos problemas. Quizás piensas que tu vida, después de ese divorcio, esa enfermedad, esa pérdida de trabajo o ese problema familiar, ha quedado en ruinas. Pero es hora de reconstruir el altar, ese tiempo de relación con el Señor. Puedes hacer como los más jóvenes del pueblo de Israel, gritando con gozo por la nueva etapa; o como los ancianos, que lloraban amargamente por la gran pérdida del templo. Como dice el versículo de Zacarías: aprende a valorar los pequeños comienzos. Aunque no veas grandes cambios, Dios cumplirá su propósito. Él está guiando tu vida, y puedes estar seguro de que tendrás éxito. Dios cuida de ti, sabe lo que estás viviendo, incluso en los pequeños comienzos.

“Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados” (Isaías 43:18-19).

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Liliana Gebel

Liliana Gebel es una reconocida influencer, líder y autora.

Es Asesor en Salud y Nutrición y tiene un Diplomado Plant Based Chef, que la ha ayudado a llevar una vida más saludable. Es también Coach de Vida y ha aplicado...

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