Lunes 29 de Abril, 2024
¿Quién no se ha sentido desilusionado alguna vez en su vida? Estoy segura de que todos, en algún momento, hemos tenido este sentimiento.
Me he desilusionado muchas veces en mi vida, por causa de situaciones inesperadas, por personas que hicieron algo que me causó dolor, e incluso me he desilusionado de Dios, cuando pensaba que iba a actuar en cierta situación y no resultó como esperaba.
Seguramente, muchos hemos tenido experiencias que nos desilusionaron. Nadie que esté leyendo este devocional, puede decir que le gusta pasar por sufrimientos.
Solemos orar insistentemente para poder superar lo más rápido posible esta etapa o estación de la vida. A veces, sentimos que caminamos por la oscuridad de la noche y no vemos una salida aparente.
Me he preguntado muchas veces: Si Dios es luz, ¿por qué tengo que pasar por momentos de oscuridad en mi vida? En Juan 8:12, Jesús se dirigió a la gente y dijo:
“Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida” (NVI).
Creo en todo lo que dice este versículo, pero al estudiarlo más en profundidad, me di cuenta de que cuando Él decía que era la Luz del mundo, no se refería a que Dios iba a disipar la oscuridad de todas partes, sino que su luz nunca se extinguiría. En mis noches más oscuras, él seguiría siendo mi Luz.
Cuando leemos Génesis 1:1-2, vemos que la tierra estaba desordenada y vacía, que las tinieblas cubrían el abismo, y el “Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas”. ¡El Espíritu de Dios se paseaba por la oscuridad! Dios no le teme a la oscuridad, tu vida puede estar completamente en tinieblas, desordenada, sin esperanza, pero aún Su Espíritu está recorriendo tu vida.
Pero volviendo al tema que nos compete ahora, entonces podemos decir que desilusionarse con personas, situaciones o Dios, ¿es algo positivo para nosotros o no? Esta pregunta me llevó al diccionario de la Real Academia Española para buscar el término desilusión.
Desilusión: es la acción y efecto de desilusionarse.
Sinónimos: decepción, desengaño, desencanto.
Entonces también busqué lo que significa la palabra ilusión.
Ilusión: concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, surgidos de la imaginación o causados por engaño de los sentidos.
Entonces, si yo me desilusiono de Dios, ¡no sería tan malo! Perder la ilusión es un camino para confrontarnos con lo que es real, eliminando las ideas equivocadas o falsas que tenemos de una persona, de una situación, de nosotros mismos o de Dios. La tristeza que nos da la desilusión, nos abre las puertas a dejar de lado nuestros filtros o creencias y comenzar a ver lo que es verdadero.
La pérdida de la ilusión es algo necesario en nuestras vidas, es la prueba fehaciente de que estamos madurando. Cuando nos desilusionamos de una persona, en realidad, estamos dejando nuestra fantasía o lo que esperábamos que fuera esa persona.
Nos estamos dando cuenta de cuál es la realidad con respecto a ella. ¿Es doloroso darse cuenta? ¡Ya lo creo que sí!, pero te aseguro que nos hará madurar.
Si estás desilusionado con Dios porque no hizo algo que esperabas, esa tristeza te llevará a la realidad y a la verdad de Dios, que en el mundo tendremos aflicciones, pero confiemos en que Él ha vencido al mundo. Es una ilusión creer que como cristianos, nada nos tiene que pasar. Si tenemos esta creencia, nos vamos a desilusionar muchas veces, pero será necesario para que la Verdad nos haga libres y comencemos a ver a Dios con ojos nuevos, ya no con los lentes de las creencias ilusorias.
Aunque sea un momento doloroso, es tiempo de enfrentar la desilusión y pedirle a Dios que nos muestre cómo realmente son las cosas. Esa tristeza, al darnos cuenta de lo que realmente es verdadero, tiene que llevarnos a aferrarnos más a Jesús y a sentirnos más confiados en que estamos creciendo.
Las noches oscuras no deberían tratar de evitarse a toda costa; son necesarias para crecer. Las plantas, durante el día, reciben luz y agua, pero el mayor crecimiento se concentra al final de la noche y al principio del día, es decir, durante la noche. Así que cuando nos toque enfrentar la noche y desilusiones de la vida, no nos ocultemos, ni nos lamentemos, ni oremos para que pase rápido. ¡Florezcamos!
Oración
Señor, te entrego mi desilusión; muéstrame lo que es verdadero y real. En medio de mi sufrimiento, te entrego todo lo que me preocupa o entristece, y sé que me darás fortaleza para perseverar mientras paso las noches oscuras de mi vida. Sé que atravesar la desilusión es necesario para mi crecimiento, lo cual me llevará a conocerte verdaderamente, y no a través de mis filtros.
Mi esperanza no está puesta en si me das una respuesta o no, sino en Ti. Señor, si me he desilusionado contigo, te agradezco por mostrarme que no estaba conociéndote realmente. Hoy puedo declarar que estoy creciendo y entendiendo lo que es realmente verdadero. Amén.